
Un atacante suicida detonó
el domingo un coche bomba frente a una iglesia en el centro de Nigeria, en
tanto que hombres armados atacaron otro templo en el noreste del país, con
resultado de al menos seis muertos y decenas de heridos, dijeron autoridades y
testigos.
Ambos hechos de violencia se
inscriben en la oleada más reciente de ataques contra creyentes cristianos en
una nación con divisiones religiosas cada vez más profundas. Una secta
islamista, conocida como Boko Haram, se adjudicó los ataques.
Los ataques ocurrieron el
domingo en las ciudades de Jos y Biu, en momentos en que diversas iglesias han
sido casi todos los fines de semana de este año blanco de ataques de Boko Haram
y otros agresores oscuros que exacerban la intranquilidad...